martes, 29 de octubre de 2013

Espionaje

Diarios del planeta muestran su rechazo al espionaje cosechado a lo largo y ancho del mundo. Un espionaje en masa mediante sofisticados programas informáticos, compuestos de algoritmos con los que tratamos diariamente una, dos y hasta treinta veces.

La prensa, esclava de sus monolíticas líneas editoriales, ya han arremetido contra sus dianas predeterminadas; porque, ya se sabe, en veinte minutos he de opinar de otra cosa diferente y veinticuatro horas tiene un día. De qué nos vamos a sorprender, si ya en la guerra fría se espiaban unos a otros, cómo no nos vamos a espiar, señores, que el terrorismo es un asunto de seguridad nacional…

Y es que, mientras mira su periódico digital, echa un vistazo la cena de su amigo en el restaurante de turno, le da al me gusta, opina de lo guapa que está su amiga o busca sus ”zapas”, hay un sofgüeir encargado de saber exactamente de qué va usted.

Ya sea a su esmarfon o a su ordenador usted escribe lo que desea, y esos deseos van a varios lugares. Y sigue usted deseando, que en realidad lo llamamos búsqueda, la información sigue llegando con su matrícula creando así un perfil, un tanto abstracto pero un perfil en definitiva. Las multinacionales y los gobiernos, que no son imbéciles, saben perfectamente dónde se encuentra esa información mientras que aquellos que la poseen hacen negocio con ella.

Con fesibu la cosa se les pone más fácil, porque les cuento mi vida y el perfil es mucho más fácil de confeccionar. Luego toda esa información se procesa, se establecen patrones y a seguir vendiendo.

Dele al laik de Coca-cola, al de Heinekken, sé tú mismo y diferénciate de la masaY si escribe filosofadas como esta: no se preocupe, al menos tiene a ese señor con sombrero, gabardina, gafas y bigotes como lector.

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